lunes, 19 de mayo de 2014

La niña que no gateó.

Había una vez, una niña que no gateó.

Creció pensando que por esta razón no tenía la gracia de la creatividad. Por eso y porque no nació zurda.

La niña disfrutaba de dibujar, de hacer manualidades, de pintar. Pero como siempre le dijeron que era mala, dejó de crear y prefirió espectar, admirar el trabajo ajeno y mientras, suspirar deseando ser tan buena como los otros.

Y así creció, medio acomplejada, medio triste porque sus dibujos eran malos, porque sus creaciones eran feas.

Un día descubrió por accidente un libro. Venía con dedicatoria y toda la cosa. Se sintió emocionada pues creyó que era para ella, pero no. Aún así lo robó (unos días) para fotocopiarlo... al final, los modales son primero y ese regalo no es mío, pensó.

Ese libro le abrió un mundo de posibilidades. Paso por paso le enseño a dibujar. Bolitas, palitos, triángulos, esferas, sombra, profundidad. En paso 1, 2, 3 y 4 la niña se asombró al descubrir que sus dibujos eran bonitos, que podía hacerlo, que era dueña de sus manos y que tenía el poder de crear y delinear sus propios deseos. Por fin fue feliz.

Onda así es mi historia con el Zentangle, una forma artística que te permite dibujar a partir de patrones. Está bien padre, porque empiezas siguiendo formas ya diseñadas por alguien más y terminas creando lo que se te hinche la gana.

El Zentangle relaja, acompaña y libera. Definitivamente es una forma de meditación (De ahí sale lo del "Zen"). Una cosa muy, muy gringa se convierte en algo universal... jalado de los pelos o no, me ayudó a redescubrir mi creatividad. Resultados: las fotos son de dibujos que hice mientras cuidaba a mi abuela enferma unas semanas después de entrarle duro al dichoso libro.  

Igual me falta un chingo para ser una mega pro. Hay unas cosas que veo y me muero por hacer... lo lindo es que, dentro de las instrucciones del arte Zentangle , viene un apartado especial: No te desesperes, cada uno es distinto, tómate tu tiempo ¡Y NO BORRES NADA! Crea a partir de tus errores.

Fuck! "Crea a partir de tus errores". Eso fue fuerte, muy, sobre todo cuando me di cuenta de lo dura que soy conmigo misma. ¡Es el segundo día y me encabrona que no sea perfecto! (CUCU PERSON ON THE RADAR!) 

Como se pueden imaginar, arranqué varias (muchas) hojas antes de aceptar que bueno, soy nueva, estoy descubriendo mi creatividad y me encanta.

Dejé de lado la voz ruda de mi madre introyectada y me solté como Godín en quincena. Así he podido hacer más y más dibujos. Abracé mi bebé creativo y lo alimento (por lo menos trato de hacerlo) para que crezca grandote y feliz. Ya no es culpa de mi familia por no permitirme gatear, ahora es mi responsabilidad hacer, no hacer, o hacerme bien pendeja
:)

Nota: A veces escojo una, a veces otra y muchas más la última opción.