viernes, 1 de abril de 2016

Los mejores libros para colorear que puedes encontrar en Gandhi



¿Cuál era tu actividad favorita cuando eras niño/niña?

La mía era ver películas de Disney (ja!). Aunque he de confesar que mi otra actividad favorita era colorear. Mucho de ello tiene que ver con mi fascinación por plumones, colores, plumas y todo lo que tenga que ver con color. 

Afortunadamente y gracias, en parte, al boom de los adultos que queremos mantener presente nuestra esencia infantil, la industria de los libros para colorear dedicados a mayores de 18 años -o más- va subiendo como la espuma de esa cerveza artesanal que te bebiste el fin de semana. 

Hace algunos meses era más bien complicado encontrar buenos libros para colorear. Sin embargo, hoy día puedo darme cuenta de que este tipo de publicaciones abundan tan sólo por el hecho de pasear por la sección de libros en Sanborns y hojear, por lo menos, mas de 6 o 7 títulos diferentes.

Hay MUCHOS que te ofrecen mandalas para colorear. Ya sabes, mandala-relajación-budismo-buena onda... Pero, ¿Qué más hay?

Me fui a dar una vuelta por Gandhi y a continuación les enlisto 5 libros que me parecieron excepcionales, diferentes e interesantes:


1. "El Jardín Secreto"
Johanna Basford. ($260.00)

Este libro es uno de mis favoritos. La autora es ya reconocida por este género y "El Jardín Secreto" es su obra más famosa a nivel mundial. Me encanta que permanece la escencia infantil del libro para colorear, sin embargo, los dibujos y espacios libres son lo suficientemente complejos como para que te sientas adulto. El único "contra" que veo es que el material de las hojas no es propio para utilizar muchas técnicas, sólo lápices y tal vez pasteles, crayolas o gises. 
Vale mucho la pena para introducirte al mundo de los libros para colorear.

2. "El arte de colorear: Serenidad, Felicidad, Calma" 
 Lacy Mucklow ($260 c/u) 

Esta serie de 3 libros busca generar los estados emocionales/mentales que los títulos prometen. Cada uno contiene muchísimos dibujos que puedes aprovechar. El único contra que encuentro es, de nuevo, la calidad del papel. Si tienes ganas de colorear para colgar alguno de tus dibujos en la pared de tu oficina tendrás que pensar bien qué ilustración desechar pues cada hoja contiene dos (uno delate, otro detrás).



3. "Ultimate tattoo coloring book" ($229)
Este título llamó muchísimo mi atención porque sale de la convencionalidad que cualquier otro libro para colorear tiene. Si tienes ganas de decorar tu casa tipo estudio de tatuajes, esta es una excelente opción para soltarte y utilizar todos los rojos, amarillos, verdes que quieras y verte como todo un artista de la tinta. Las hojas del libro son lo suficientemente gruesas para utilizar acuarelas o plumones, además sólo hay  una ilustración por hoja, lo que te permite desprendera y enmarcarla. 





4. "The big book of mandalas" ($299)

Ya si vamos con lo clásico, que sea algo fino ¿No creen? 
Este libro es un gruesísimo ejemplar lleno de distintos tipos de mandalas que van de lo muy sencillo a lo súper intricando. Me parece una perfecta opción si quieres comenzar con la coloreada de mandalas por sus diversas formas y diseños. La calidad del papel es excelente para cualquier técnica y también puedes colgarlos en la pared. 




5. "Tangle Art Pack: A meditative drawing book and sketchpad"  Becka Krahula ($299)

Zentangle resulta de la conjución entre "Zen" y "Entangle" (Enredo). La teoría plantea que a través de esta técnica puedes aprender a relajarte y entrar en estados de meditación a través del dibujo. Aunque este libro no es propiamente para colorear, sí te ofrece la opción de aprender la técnica paso por paso gracias a que contiene la guía mas un "Sketchpad" o cuadernillo de práctica que también contiene elementos para fomentar tu aprendizaje. Es excelente para aquellos que deseen llevar el coloreo como desestrés un paso más lejos. 



Espero que alguno de estos títulos te resulte interesante y que lleves a cabo tus deseos de comenzar a adentrarte pasito a pasito en el mundo del arte. Quién sabe, tal vez podríamos ver alguna exposición tuya en algún momento futuro :)

jueves, 15 de enero de 2015

15 pasos para enamorarte de ti.

Enamorarse de uno mismo puede sonar ridículo.

Usualmente pensamos que enamorarse es un proceso que se relaciona específicamente con citas y reuniones, pero la realidad es que podemos amar de muchas maneras y de muchas cosas: lugares, personas, literatura, arte y hasta estados mentales. No existen los Errores de Amor... lo que sí existe es simplemente el no amar.

Enamorarnos es un sentimiento que se añora desde la infancia. Sin embargo, no te conviertes en un monstruo egoísta sólo por invertir tiempo en ti misma o en ti mismo. Lo importante es no olvidar la importancia de mantener una relación sana conmigo antes de estar "bien" con otra persona.

Amarte a ti mismo o a ti misma puede ir desde aprender sobre tus necesidades y cómo reconocerlas, hasta reconocer tu valor o aceptar lo que está dentro de ti: lo que consideres "bueno" o "malo". Los pongo entre comillas porque realmente lo bueno y lo malo no existe... lo que eres es lo que está, lo que existe.

A continuación te presento algunas formas para comenzar el viaje para reconectarte y enamorarte de ti misma:

1. Comienza un Diario: Ojo, no te obligues a escribir la próxima gran obra literaria, sino más bien conocerte a través de tus pensamientos. Aunque escribas unas pocas líneas cada día, podrás encontrar cosas interesantes y que puedes aprender sobre ti.

2. Date cumplidos: Uno, o dos o tres... Que el reconocimiento de tus acciones positivas se convierta en un hábito. Date amorcito en cuanto las notes.

3. Vete al cine... SOLO: Se honesto, ¿De verdad hablas cuando vas al cine? Consiéntete con una cita. Ya sea una experiencia trascendental o sólo salir de la rutina, todos nos merecemos un descanso de vez en cuando, y no existe mejor compañía que tu mismo.

4. Vete a cenar: No existe una regla que diga: "No podrás comer solo en un restaurante". Ordena tu platillo favorito, ve a un lugar que te encante o a uno que tengas ganas de conocer y llevate un libro.

5. Realiza voluntariados: El dar no sólo ayuda a otras personas, también te ayuda a ti. Encuentra una causa que te interese e involucrate.

6. Piérdete en una librería: En el Centro de nuestra Ciudad existen muchas librerías antiguas que parecen explotar con material y textos para ser descubiertos. Piérdete en una y sumérgete un ratito en sus libros.

7. Noche de películas favoritas: Cualquiera que sea el género, dedica un día entero para pasarlo viendo una y otra ves tus tres películas amadísimas.

8. Pizarrón del futuro: ¿Qué quieres de tu vida? ¿Cuáles son tus metas? Agarra ese altero de revistas y periódicos viejos que tienes arrumbados en tu casa y recorta cualquier cosa que represente tus aspiraciones. Pégalos en un pizarrón o en un pliego de papel y ponlo donde puedas verlo. Utilízalo para recordarte los objetivos y sueños que realmente deseas realizar con todo tu corazón.

9. Aprende más sobre lo que te interesa. ¿Recuerdas esas ganas inmensas de aprender guitarra? ¿Aprender un nuevo idioma o una nueva habilidad? No es tarde para que aprendas más sobre aquello que te gusta mucho. Saca un libro de la biblioteca o encuentra información y material en línea. ¡ES GRATIS!

10. Salte a caminar: No importa si no te gusta correr o andar por los bosques camine y camine. El simple hecho de darle una vuelta a tu colonia o barrio va a hacer que tomes aire fresco, observes lo que te rodea y darte cuenta de cuál es tu lugar en ese espacio.

11. Toma un baño laaaaaaaaaaaargo: Prende velas, pon tu música favorita o realiza cualquier ritual que te guste para sacar el estrés y los conflictos mientras te remojas.

12. Salte a manejar: Por algo es un cliché. Métete al coche, súbele al volúmen y maneja unos kilómetros para despejar tu mente.

13. Examina a tus ídolos: Es muy probable que tengas mucho en común con la gente que admiras. Piensa qué es lo que te hace admirarlos y luego piensa qué podrían admirar los demás de ti.

14. Cómprate eso que quieres: ¿Te acuerdas ese saco que tanto te encantó? ¿Esas botas de EN-SUE-ÑO que viste en la tienda? Consiéntente y dátelo. Gastar irresponsablemente no te ayudará a enamorarte de ti mismo, lo que sí te puede ayudar es darte regalos que realmente merezcas.

15. Viaja: No necesitas irte al otro lado del mundo, visita algún lugar donde nunca hayas estado. Relájate un poco con la rigidez y viaja solo para que veas exactamente lo que quieras ver.

Cualquiera de estos 15 consejos/actividades pueden ayudarte. Pero, lo más importante, es que aprendas a apreciar y aceptar todo lo que eres (Y MÁS). Como dice Wayne Dyer: "No puedes sentirte solo si amas a la persona que te acompaña en soledad".

Ojo, amarte a ti mismo no implica que pases TODO EL TIEMPO SOLO. Significa encontrar confianza desde adentro para amar todo lo que eres- especialmente esas partes que son distintas, porque tienes algo que nadie más en el mundo: A TI MISMO.


Traducción desde aquí




jueves, 9 de octubre de 2014

Las consecuencias del "amor" en exceso

Voy caminando sobre Avenida Montevideo.

Mi razón para moverme del Centro al Norte de la Ciudad es meramente terapéutica.

Amor, la mujer responsable del servicio psicológico al que asisto, me ha acompañado justo el día de hoy en grandes descubrimientos.

De entrada, hice presente que soy una mujer que vive el amor en exceso, en pinche exceso. Soy hija casi única de padres viejos. De padres que tenían sus propios vacíos internos y que creyeron que premiando demasiado y amando demasiado, criarían a una niña feliz. La verdad es que no lo hicieron tan mal tomando en cuenta que no soy una sociópata, ni voy por la vida buscando el mal ajeno. Lo que sí soy es extremadamente consentida. Y en eso, ya hay pautas disfuncionales.

Tengo 25 años, un esposo, una casa... mis papás ya no viven conmigo. Yo pensaba que saliéndome del templo materno/paterno iba a terminar la consentidera: OH HELL NOT! Hasta hoy me doy cuenta que aprendí tan bien cómo se hace que ahora lo hago yo. Podría ser nutritivo, pero mi comportamiento es más bien tóxico. Lo que hago es permitirme postergar, huevonear, dejar, no terminar. Muy en el fondo de mi cabeza suponía que alguien vendría a salvarme y a terminar lo que yo no había hecho o a simplemente hacer lo que yo no estaba dispuesta a hacer. Y eso limita, entorpece, adormece la vida. Neta es un pinche horror... un pinche horror que no notaba hasta hoy.

Después de vivenciar todo el enojo y la molestia que traía conmigo misma, me dije: YA BASTA, YA ESTUVO BUENO DE HACER NADA.

Tengo tarea: ir a la Facultad y averiguar qué chingados voy a hacer para terminar la Licenciatura. El hacerlo es algo mío, un logro personal que nadie me puede quitar. En palabras de la sabia Amor: "El papelito te pertenece y papelito habla".

Yo quiero ser la dueña de todos los papelitos que la vida me ofrezca. Necesito avanzar, dejar de postergar y sí, hacerme responsable de lo que necesito y quiero.

En la sesión de hoy dejé un cachote de la niña Jádisha que fue amada demasiado y ¿Saben qué? Fuck it.  I'm a real lady y la tomo como mi aventura y misión.

jueves, 10 de julio de 2014

Dos herramientas para el equilibrio diario

Vivimos en la cuarta ciudad más poblada del mundo y eso conlleva un nivel de estrés que sólo las personas que andamos en este tipo de urbes entendemos. 

La tensión en el DF es un hecho: el trabajo, poco descanso, metro lentísimo, tráfico eterno, choferes malandras y agrégale cualquier otra queja personal. ¡Neta, paremos! 

Podría dejarte una lista súper amigable y zen y larga de cómo hacerle para alivianarte el día, pero con tanta cosa pasando en nuestras frágiles existencias, lo resumo sólo en dos: No te lo tomes personal y preguntate para qué.

1. Por amor de Dios, deja de tomarte las cosas personales. 

Si vas tarde a tu trabajo y las escaleras eléctricas de Pantitlán no funcionan, te tengo noticias: ¡No es para fregarte! 

Eres sólo uno de los millones de usuarios que las utilizan. Lo mismo aplica en todas las demás áreas de la vida. Hay cosas que simplemente suceden, que son aleatorias, pues. Si piensas que todo lo que pasa es porque "alguien" o "algo" tiene como objetivo arruinarte la vida, simplemente estás evadiendo tus responsabilidad. Por ejemplo, levantarte temprano, preparar tus cosas en la noche o simplemente reconocer que tienes broncas con la puntualidad. Al final del día, el balón está en tu cancha.

2. Apaga el por qué y prende el para qué

Si constantemente te preguntas "¿Por qué a mi?", permiteme responderte con otra pregunta: ¿Por qué no a ti? 

Así como el tomarte las cosas personales, los "por qués" te ayudarán a encontrar puro pretexto: no hago lo que quiero porque la vida es injusta, porque chocó el camión, porque mi marido o marida es un idiota... Las respuestas del porqué son como una espiral sin fin que sólo te aleja de tu objetivo. Cuando andes en eso, date el chance de preguntarte ¿Para qué?

Las respuestas a esta pregunta implican acción y te van a sacar de la cotidianidad. ¿Para qué poner pretextos? ¿Para qué responsabilizar a otros? No te preocupes, no me digas. El chiste es que tu solito o solita te des cuenta y hagas algo para resolverlo. 

Te prometo que estos dos ejercicios te van a dar más paz. Por increíble que parezca, mientras más le meto gas a mi responsabilidad, más se aliviana mi vida. Inténtalo, y analiza tus sensaciones y emociones.

¿A poco no ya se puso más bonito el día? 

Issues de la vida: ¡¡Sube la tapa del baño, PARFAVAR!!

Me estaba haciendo del baño.

Corrí, cerré la puerta de la habitación ¿O no la cerré? Y levanté la tapa del baño. 
"¡Pinche John!" Pensé. Pasaron como dos segundos y empecé a carcajear. 

Para las damitas que hemos vivido con hombres (esposo-hermano-padre-roomie) la cosa de la tapa del baño es un issue constante. 

A mi me molesta hacer pis en un baño sucio. Me encabrona pensar que alguien con quien lo comparto, en este caso mi esposo, no tiene la delicadeza de limpiarlo después de usarlo como lo hago yo. Es una cosa como de educación, me parece. 

La cosa es que hoy, en el momento en que ví la taza cochina, me pregunté si realmente valía la pena hacerle pancho a John por eso. Me pregunté lo siguiente: Si a mí me encabrona, si a mi me molesta, entonces ¿Quién lo necesita arreglar? Espero que para ustedes en este momento la respuesta sea clara: ¡OBVIAMENTE QUE YO! 

Por eso me carcajeo. Le estaba echando bronca en mi cabeza a alguien que realmente no tenía mucho que ver con mi enojo. No me enoja él, me enoja la taza sucia.  Agarré el cepillito del baño, limpié la taza y proseguí a hacer mis necesidades, delicioso.

Este es un ejemplo cotidiano de la filosofía del aquí y el ahora, del tomar consciencia y el hacerse responsable.

Es fácil ir por la vida enojadérrimo y echando bronca. Ponerle una solución al asunto por mi cuenta, implica mucho más trabajo... En mi caso, me tomó 3 minutos poner mi sanitario reluciente para poder hacer lo que necesitaba hacer. 

Haz un ejercicio: Conéctate contigo mismo y pregúntate ¿Qué molesta? ¿A quién le molesta? ¿Cuál es tu solución? 

A lo mejor no es más fácil actuar de esta forma, lo que sí te garantizo es que serás mucho más amable contigo mismo y con las demás personas, inclusive podrás disfrutar mucho más la vida (o ir al baño), eso te lo aseguro. 




martes, 1 de julio de 2014

Y que la fuerza del sonido nos acompañe.



Llegué de noche.

Caminamos juntos a su casa con la emoción de la espera, de la curiosidad desvelada.
Me abrió la puerta de su hogar y encendió las luces del departamento. Había puro nervio en mi cuerpo. Nunca había estado a solas con un hombre casi desconocido, compartiendo su intimidad. Encendió la Mac y se fue directo al reproductor de música. 

Desde el primer día que lo vi quise tener algo con él, lo que fuera. A punto de consolidar mi deseo, me humedecí los labios con el líquido de la lata del Jack que compré para iniciar el festival de deshinibiciones.

Entre el pensamiento y la emoción me perdí un rato mirando sus cosas. Si no lo volvía a ver, necesitaba llevarme por lo menos el recuerdo de su esencia.

Así andaba, alimentando mis ojos cuando... escuché. Lo miré y hablamos. Partí mi atención en dos: sus  ojos y el soundtrack de la noche.

Hoy recuerdo ese momento con amor profundo. Él no sabía. No tenía idea de que durante la odisea nocturna, la música que coloreó nuestros momentos era la banda sonora de mi infancia: Oasis, UNKLE, Pulp, Ian Brown... Todo estaba ahí. Perfectamente envuelto en papel de fiesta, adornado con un listón rojo y listo para ponerle play.

Lo confesé recientemente: Su música me hace amarlo. Su música le pone nombre a mis sentimientos, a los recuerdos más transparentes. Su música me inspira. Me alegra, me entristece.

Para muchos, sus padres, tíos o hermanos les muestran el camino en cuanto a sonidos se refiere. Él me llevó de la mano por la historia del rock: Led Zepellin, Eric Clapton, The Who, Rolling Stones, The Beattles. Y cada canción es nuestra historia. Cada lírica es un día, una experiencia.

La gente que se dedica a la creación de este mundo de momentos refleja un estado mental y emocional determinado. La magia del sonido en el punto exacto es personal, accesible a un movimiento de la mano. La música nos acompaña y envuelve. Es noble y flexible a la vida de todos. Es suya y es nuestra, es mía, es tuya. Es magia que se escucha.

Cierro con una nueva máxima de Damon Albarn: "If lonely, press play"... y que la fuerza del sonido, y sus experiencias, nos acompañe.

martes, 10 de junio de 2014

Cómo y con quién me acuesto es mi decisión. Ponerle una etiqueta es tu elección.

Cómo y con quién me acuesto es mi decisión. Ponerle una etiqueta es tu elección.

Me encuentro leyendo un artículo sobre transexualidad. La historia va más o menos así: una chica que antes fue chico comienza a hablar sobre pros y contras de su cambio; la ausencia de menstruación (la odié un poco, la verdad), el hecho de no poder ser madre, el entendimiento de ambos géneros… la lista continúa.
El hecho es que me puse a pensar un poco y se me prendió el foco de la onda del amor de pareja. Siendo bien honestos, más allá de cómo me sienta (si mujer u hombre) lo que usualmente lo define todo es quién, cómo y con cuántos te acuestas, cosa que va ligada directamente con el título de la relación: Mi caldo, mi quever, mi galán, mi morra, mi güey, mi vieja, mi esposa, mi amor… cada uno representa “eso” que tienes con alguien. A veces las etiquetas son tan pesadas, tan difíciles de pegar y quitar, que prefiero ponerle nada de nombres a mi relación. A veces sólo prefiero decir que es alguien que amo, lo cual es absolutamente cierto.



Si me beso, si me acuesto o si no más bebo café es una decisión propia. Así como tomo decisiones sobre mis acciones, también tomo decisiones sobre mis afectos. La verdad es que en mi corazón habitan muchos: mujeres, hombres, niños, animales, lugares, olores, comida… Todos evocan sensaciones, emociones y pensamientos muy particulares que usualmente desembocan en amor.

El amor es como el agua, adopta la forma del objeto que lo contenga. En mi caso a veces tiene formas, a veces colores. El amor es así, libre. Cuando siento amor, la panza me efervesce, es como si me tragara 20 Alka Seltzer con agua mineral. Hace que me expanda, sonría, cante, llore, hable, guarde silencio, baile o me quede quieta. Es luz y oscuridad al mismo tiempo. Y créanme, esa sensación la he sentido con todo tipo de seres vivientes, sin importar raza, sexo o filiación.

El amor es el amor. Sin etiquetas de monogamia, homosexualidad, heterosexualidad o cualquier chingado concepto nuevo. Soy libre de ejercer mi derecho a amar a quien se me hinche el ovario izquierdo, y si al mundo le gusta o no le gusta, pues muy su bronca.

Mi amor va más allá de tus conceptos. Mi amor es mío, tus etiquetas, tuyas.